jueves, 30 de junio de 2011

"Qué hermosa eras en tu desolación,/ te parecías a/ la palabra que no alcanzo a decir,/ la línea negra de la pureza/ que nadie sabe cruzar”.


Extraído de una nota sobre Juan Gelman:


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-4315-2011-06-30.html

lunes, 27 de junio de 2011

B. Brecht, Preguntas de un obrero ante un libro.

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quien la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿Quién la volvió a construir otras tantas?
En qué casas de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la muralla China,
¿A dónde fueron los albañiles?
Roma la grande está llena de arcos de triunfo.
¿Quién los erigió?
¿Sobre quienes triunfaron los césares?
Bizancio tan cantada, ¿tenía solo palacios para sus habitantes?
Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba,
los habitantes clamaban pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India. ¿él solo?
Cesar venció a los Galos
¿No llevaba consigo siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse su flota
¿No lloró nadie más?
Felipe II venció la Guerra de los Siete Años.
¿quién la venció además? Una victoria en cada página.
¿quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿quién pagaba sus gastos?.
Una pregunta para cada historia.

sábado, 25 de junio de 2011

Tao

LII
(...)
Quien puede ver las pequeñas cosas
posee claridad.
Quien conoce su debilidad, conserva su fuerza.
Quien usa la luz
para regresar a la claridad
cultiva lo que es perdurable.

LXVII

(...)
Ser valiente sin amor
generoso sin moderación,
reinar sin modestia, conduce a la muerte.
Sólo quien pelea con amor, vence.
Sólo quien gobierna con amor defiende al pueblo.

sábado, 18 de junio de 2011

"cuelgo el corazón en el ropero,
mi pobre corazón lleno de agujeros"

En cada recodo,
el fulgor del aliento,
los misterios del instante eterno.
Con el alma hecha
jirones, con un dejo a miel
en la espalda
- casi una picardía,
casi una canallada -,
con la promesa entre las manos,
me quedé
entre las sábanas
y el idilio
escondido.
Lo miré con
dulces silencios,
cerré los ojos,
y dormí.

jueves, 16 de junio de 2011


un lugar
no digo un espacio
hablo de
           qué
hablo de lo que no es
hablo de lo que no conozco

no el tiempo
sólo todos los instantes
no el amor
no
        sí
no

un lugar de ausencia 
un hilo de miserable unión.

miércoles, 15 de junio de 2011

El vizconde demediado, Ítalo Calvino

- Ojalá se pudieran partir por la mitad todas las cosas enteras (...) Estaba entero y todas las cosas eran para mí naturales y confusas, estúpidas como el aire; creía verlo todo y no veía más que la corteza. Si alguna vez te conviertes en la mitad de ti mismo, muchacho, y te lo deseo, comprenderás cosas que escapan a la normal inteligencia de los cerebros enteros. Y también tú querrás que todo esté demediado y desgarrado a tu imagen, porque belleza y sabiduría y justicia existen sólo en aquello que está hecho a trozos.

domingo, 12 de junio de 2011


Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he
esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

sábado, 11 de junio de 2011


"Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero."

martes, 7 de junio de 2011

Pepe Martí

Y te busqué por pueblos,
y te busqué en las nubes
y para hallar tu alma
muchos lirios abrí, lirios azules.

Y los tristes llorando me dijeron:
- ¡Oh, qué dolor tan vivo!
¡Que tu alma ha mucho tiempo que vivía
en un lirio amarillo!

Mas dime -¿Cómo ha sido?
¿Yo mi alma en mi pecho no tenía?
Ayer te he conocido,
y el alma que tengo aquí no es la mía.

domingo, 5 de junio de 2011

Hace frío. El hogar,
ceniciento y sucio,
es lugar para telarañas.
Las tazas están vacías,
todas o quizá sólo dos.
En todo caso, nada que
pueda remediar.
Y el último sorbo
en mi trémula garganta,
néctar de añoranzas,
se escapa veloz.
A veces lo entiendo;
otras veces, no.

Roberto Bolaño, autorretrato a los veinte años.

Me dejé ir, lo tomé en marcha y no supe nunca
hacia dónde hubiera podido llevarme. Iba lleno de miedo,
se me aflojó el estómago y me zumbaba la cabeza:
yo creo que era el aire frío de los muertos.
No sé. Me dejé ir, pensé que era una pena
acabar tan pronto, pero por otra parte
escuché aquella llamada misteriosa y convincente.
O la escuchas o no la escuchas, y yo la escuché
y casi me eché a llorar: un sonido terrible,
nacido en el aire y en el mar.
Un escudo y una espada. Entonces,
pese al miedo, me dejé ir, puse mi mejilla
junto a la mejilla de la muerte.
Y me fue imposible cerrar los ojos y no ver
aquel espectáculo extraño, lento y extraño,
aunque empotrado en una realidad velocísima:
miles de muchachos como yo, lampiños
o barbudos, pero latinoamericanos todos,
juntando sus mejillas con la muerte.

miércoles, 1 de junio de 2011

Sueño de barrilete

Desde chico ya tenía en el mirar
esa loca fantasía de soñar
fue mi sueño de purrete
ser igual que un barrilete
que elevándose entre nubes,
con un viento de esperanza, sube y sube.
Y crecí en ese mundo de ilusión,
y escuché sólo a mi propio corazón.
Mas la vida no es juguete
y el lirismo es un billete sin valor.

Yo quise ser un barrilete
buscando altura en mi ideal,
tratando de explicarme que la vida es algo más
que darlo todo por comida.
Y he sido igual que un barrilete
al que un mal viento puso fin.
No sé si me falló la fe, la voluntad,
o acaso fue que me faltó piolín.

En amores sólo tuve decepción;
regalé por no vender mi corazón,
hice versos olvidando
que la vida sólo es prosa dolorida
que va ahogando lo mejor,
y va abriendo heridas, ¡ay!, la vida.
Hoy me aterra este cansancio sin final,
hice trizas mi sonrisa de cristal.
Cuando veo un barrilete me pregunto,
aquel purrete, ¿dónde está?